Quebrado el viento
en las tinajas del tiempo
sobre mantos de hielo
y fuegos eternos,
si yo grito: «No tengo miedo»,
el miedo desde cavernas responde
en su insultante gobierno.
Y en las hebras de invierno
calidad yo empeño
por oasis en el desierto.
Ya estrecho tu mano
pero a saltar no me atrevo.
Mas dame tiempo que despacio
cadencia de a mis saltos,
compañía en los fracasos
y ten fuerte mi mano…
Si no vuela tan alto
que no te retengan las ruedas
encalladas de mi carro.
Tengo miedo, y en mis miedos,
se quiebra el viento, el sol…
y los tiempos.
Alexandra López